martes, 12 de enero de 2016

La leyenda del corredor maldito



Pocos deportes resultan más embriagadores que el ciclismo. La épica y el dolor se envuelven para ofrecernos un espectáculo de superación protagonizado por esos deportistas espigados y fuertes, decididos a no ceder nunca ante la carretera. Los ciclistas son de otra pasta. Y dentro de los ciclistas, los escaladores son especiales. Y dentro de los escaladores, José María 'Chava' Jiménez fue el más singular de todos. Solo un hombre como él podía tener la capacidad de dividir a España en dos mitades, los que lo adorábamos y los que lo odiaban, a finales de los años 90. Reacio a las órdenes de equipo, capaz de lo mejor y de lo peor, su leyenda de corredor maldito, siempre indómito, ha llegado hasta nuestros días. No todos los ciclistas pueden decir lo mismo.

Para comprender al Chava hay que viajar hasta la fría mañana de 1999 en la que la palabra Angliru empezó a formar parte de nuestro vocabulario gracias a La Vuelta. Asturias se desperazaba entre la niebla, la lluvia y el frío, en un día desapacible que parecía convocar todos los miedos del pelotón. El vaho que salía de las bocas en la línea de salida se congelaba para pasar a formar parte de la niebla que impedía la vista. El agua había convertido la carretera en una peligrosa enemiga mientras las rampas del Angliru afilaban sus repechos. Los ciclistas se miraban inquietos, atentos a cualquier desliz que pudiera acabar con sus esperanzas de ser los primeros en inscribir su nombre en la cima. Pero no el Chava. Él era diferente. Preparado para días como aquél, se agarró a la bicicleta para hacernos pasar una de las tardes más memorables del ciclismo patrio.

Ni siquiera el perfecto despliegue de TVE podía con las condiciones climáticas, que habían desatado un infierno en el comienzo de la ascensión. La señal de las motos se caía constantemente y cuando llegaba, ninguno éramos capaces de distinguir nada entre la densa niebla que cubría la carretera. Pero sí podíamos oír. Y entre la espesura blanca que se extendía escuchábamos a las miles de personas jalear a un ciclista que parecía una sombra a la caza de Tonkov, cabeza de carrera desde hacía varios kilómetros. Nadie sabía las diferencias, los metros que los separaban, pero el atronador rugir de los aficionados insinuaba que no eran muchos. El Chava estaba cerca y olía la sangre.

Pocos corredores han tenido su arrancada, su ataque seco, contestatario contra el poder establecido. Ninguno ha tenido esa capacidad para enamorar sin grandes vueltas en su haber. Muchos aficionados se mofaban diciendo que el Chava era el corredor de los niños, inconscientes tal vez del hecho de que ése era el mayor de los halagos. José María nunca midió sus fuerzas, jamás supo controlarse, siempre atacó sin medida y sin decoro. Para lo bueno y para lo malo, él siempre saltó sin red. Con la imagen trasera de Tonkov y el público enfervorizado se recortó entre la niebla la silueta del Chava Jiménez. Pocas veces en mi vida he saltado del sofá tan alto como aquella tarde.

Pedalada a pedalada el del Barraco había dado caza al ruso de técnica perfecta y ahora se abalanzaba a por la victoria entre la espesura. Muchos de los que abarrotaban la llegada ni siquiera pudieron verlo, tal vez intuir sus ganas, su descaro y la violencia del último ataque a un Tonkov desconcertado. La gloria del Angliru será siempre para el Chava, amante de la vida al límite y emperador de un ciclismo de otro tiempo.

Solo pasaron cuatro años entre aquella victoria maravillosa y su muerte en una clínica madrileña, donde esperaba recuperarse de una depresión que jugaba con él al ratón y al gato, dejándolo ir para luego atraparlo más fuerte. Su temprana retirada nos dejó huérfanos de valientes alocados, de hombres con alma sin miedo a la carretera, de inconscientes ciclistas sin otra meta que la gloria. Aquella tarde de 1999 todos deseamos ser José María 'Chava' Jiménez para poder afrontar la vida con la mitad de coraje que él ponía sobre la bicicleta. Aquel día todos quisimos formar parte de la leyenda de este corredor maldito.

https://www.youtube.com/watch?v=VOd5RoYI0E8

About Unknown

Periodista de vocación temprana y bloggera de vocación tardía.

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