lunes, 30 de noviembre de 2015

Ya está aquí la Navidad y el balón de oro

Las estanterías de los supermercados se han llenado con el correspondiente turrón y las luces ya destellan al caer el sol para anunciarnos, sí amigos, que la Navidad empieza en noviembre. Y con ella llegan los finalistas del balón de oro, un galardón que ha alcanzado grotescas cotas de popularidad con el enfrentamiento, más mediático que otra cosa, de Messi y Cristiano Ronaldo. Así que abróchense los cinturones porque nos esperan semanas de griterío incesante en las tertulias de radio, portadas triunfalistas en los diarios deportivos y largas horas de análisis vacuo en los mal llamados programas deportivos nocturnos. Si les gusta el fútbol, despídanse, solo se va a hablar del dichoso balón. Si directamente disfrutan de otro deporte, emigren a otro planeta.


No deja de sorprenderme el valor que ha adquirido este premio individual en los últimos años. Antes recibía una página a lo sumo en los deportivos, tal vez una esquinita de la portada. Solo recuerdo un despliegue informativo importante en España a raíz del balón de oro, el año que lo ganó Owen por encima de Raúl González Blanco.  Desde entonces y hasta ahora, el esférico dorado pasaba por nuestras vidas como una estrella fugaz, veías el ganador y lo olvidabas. Pero ahora no. Ahora es imposible escapar a esta locura de fanatismo en el que cada cual defiende a aquél que viste la camiseta de su equipo.

Darle valor a un premio que galardonó a Fabio Cannavaro como mejor jugador en 2006 es como pensar que los Grammy latinos te encumbran en la industria musical. Es más, recordar que el citado Fabio Cannavaro tiene el galardón que falta en la estantería de, pónganse en pie, Paolo Maldini, me hace pensar que somos una especia amorfa, dispuesta a premiar lo banal y a olvidar lo verdaderamente importante. Conceder tanto crédito a un premio individual en un deporte colectivo es insano. Pero el negocio lo exige. Las grandes marcas que sostienen el fútbol se frotan las manos con el balón de oro y todo lo que se monta a su alrededor.

Así que hagan sus apuestas. Cristiano o Messi (los locos también pueden votar por Neymar), Messi o Cristiano. Olvídense del sistema, de los entrenadores, de los compañeros que los llevaron hasta allí. Olvídense incluso del sentido común y voten solo con las tripas. Feliz Navidad y feliz balón de oro.

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viernes, 27 de noviembre de 2015

Anna Bessonova, la mujer que derribó un imperio

Anna Bessonova era una perdedora. Así lo entendían los que dividen el mundo entre ganadores y perdores, primeros y segundones, sin grises, sin matices, sin nada más que los resultados en la mano. Y con ellos delante Bessonova era la eterna gimnasta de plata, siempre por detrás de las rusas, Kapranova primero, Kanaeva después, sin olvidar ni a Sessina ni a Tchachina. Todo un imperio contra una ucraniana con aires de bailarina y espíritu inquebrantable.



Bessonova era diferente. Su elegancia combinaba con un fuego interior inusitado. Ninguna gimnasta hasta el momento ha igualado su capacidad competitiva, su fe en sus posibilidades, su confianza en ella misma. Año tras año el oro se le escapaba entre las manos ante la mirada severa de las jueces, poco dadas a ir contra el imperio establecido de las rusas. Ni siquiera los errores de Kapranova hacían que Bessonova se alzara con el primer cajón del podio. Pero ella no perdía nunca su sonrisa, apoyada siempre en un público que la adoraba, que veía en esta ucraniana la capacidad de resistencia contra los poderosos.

Los neófitos en el mundo de la gimnasia deben entender que en este deporte tan competitivo las pasiones se elevan hasta el infinito. A principios del siglo XXI estabas con Bessonova o contra ella. Y qué les voy a decir, yo era pro Bessonova.

Así que si me dicen Mundial de Patras, sonrío de oreja a oreja con un poco de maldad. Porque allí, en el 2007, cayó el imperio. La gimnasta ucraniana había ido de menos a más con las mazas, la cinta y la cuerda, siempre con una sonrisa picarona en la cara cada vez que recibía una nota. El aro, ese aparato con el que nos enamoró a todos gracias al 'Lago de los Cisnes', era lo único que la separaba de su deseado oro mundial. Necesitaba una gran nota. Necesitaba hechizar a los jueces, mantenerlos alejados de la influencia rusa, conseguir por una vez que la vieran de verdad. Necesitaba 18.600. Salió con fuego en sus enormes ojos almendrados, la barbilla alta, los hombros atrás y el ruido ensordecedor del pabellón. Lo que pasó a continuación forma parte ya de la historia de la gimnasia rítmica.

Bessonova se creció como solo hacen los grandes, los ganadores. Cuando cayó sobre el tapiz con la última nota de su ejercicio, el mundo había cambiado. Se quedó allí unos segundos entre la risa y el llanto antes de levantarse, lanzar un beso a las jueces y caminar con paso seguro hacia la silla donde debía esperar la puntuación. Tras un eterno minuto Bessonova se llevó las manos a la cabeza. 18.650. Aquella perdedora ucraniana de rasgos gráciles y elegancia innata había derribado el imperio ruso con un aro.

Nunca más volvió a conseguirlo. Se le cerraron todas las puertas cuando Kanaeva hizo su entrada en la gimnasia y con sus contorsionismos volvió a forjar la leyenda rusa. Pero ya todo daba igual. Para Bessonova siempre quedará Patras, su aro y el inconformismo de los perdedores.





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jueves, 26 de noviembre de 2015

La sonrisa del principito



Griezmann es un gran futbolista a pesar de no parecerlo. Menudo, delgado, con poca presencia física y una sonrisa más cercana a Monmartre que al Parque de los Príncipes. No es de los que grita, hace gestos ni sale con comentarios fuera de tono en la prensa. Él solo hace que valga la pena pagar una entrada para ir al Calderón. En los momentos más complicados de la temporada, Simeone se ha agarrado a la calidad de Griezmann para mantener el equipo en pie. El francés domina como nadie el arte del contragolpe gracias a su rapidez y a su manejo de balón. Lo sorprendente en él es que también posee un regate portentoso, una sabiduría enorme en el juego entre líneas y un hambre de gol insaciable.  Hace bien el Cholo en confiarse al francés que ya se ha consagrado como el principito del fútbol español.
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miércoles, 18 de noviembre de 2015

Futbolistas de izquierdas

Por alguna razón que desconozco son muchos los que afirman sin sonrojarse que el fútbol es un espacio aséptico en el terreno político, que los futbolistas son seres privilegiados que viven aislados del mundo y que los aficionados deben guardarse sus pensamientos para casa. Quique Peinado (@quiquepeinado) desmonta cada uno de los mitos que rodean la famosa frase 'el fútbol no debe mezclarse con la política' para acercarnos en 'Futbolistas de izquierdas' a jugadores, universales en algunos casos y desconocidos en otros, que se sacudieron la tiranía y dieron un paso al frente para demostrar que también hay futbolistas de izquierdas.



Y que quieren que les diga, para alguien como yo, que creció escuchando las historias de su padre sobre un tal Sócrates y su Democracia Corintiana, este libro ha sido una delicia de principio a fin. Durante más de 200 páginas Quique Peinado cabalga por el mundo del fútbol a lomos de sus futbolistas de izquierdas: desde Paolo Sollier, el futbolista que escribía poesía para la prensa italiana, hasta Lilian Thuram, esa rara avis en el vestuario del Barcelona.

Entre ellos grandes historias que sirven para entender como era el mundo antes y como es ahora fuera y dentro del terreno de juego. Historias que cuentan como el mundo del fútbol miró hacia otro lado en las dictaduras argentinas y chilenas y como siempre hay valientes dispuestos a poner en riesgo su carrera por defender aquello en lo que creen. Un libro muy recomendable para todos aquellos dispuestos a mirar más allá del tópico del futbolista estrella.

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lunes, 16 de noviembre de 2015

Bienvenidos a mi mundo

Tengo 34 años y el deporte me ha apasionado desde que tengo uso de razón. Mi abuelo me inoculó el virus cuando aún no levantaba un palmo del suelo y me hizo socia del Real Valladolid. Mi pasión por la competición nació en el fútbol y se extendió rápidamente. Baloncesto, balonmano, atletismo, gimnasia, natación, fútbol americano, y muchos más pasarán por este blog. Porque pocas cosas me hacen más feliz que compartir mi gran pasión. Bienvenidos a mi mundo.
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